jueves, 3 de junio de 2010

Islandia, una isla con muy mal genio-Parte I

Islandia. Desde que los primeros colonos se instalaron allí, en el año 870, al mando del vikingo Ingólfur Arnarson, en el país se ha producido una erupción más o menos cada cinco años. Muchas de ellas han sido terribles, cabe destacar la erupción del volcán Laki, cuyas cenizas acabaron con casi todo el ganado de la isla y produjeron una hambruna que arrasó con la cuarta parte de la población, en 1783.
La ceniza del volcán Eyjafjalla, que tuvo una explosión el pasado 15 de abril, se extendió arrastrada por los vientos y obligo a cerrar durante días el espacio aéreo europeo. Estas cosas son las que nos muestran la tremenda fragilidad de nuestro modelo social y económico, basado en los transportes globales y las telecomunicaciones, a la hora de enfrentarnos con la naturaleza. Pero las emisiones del volcán han cesado. Por ahora.
Recientes estudios afirman que el vulcanismo en Islandia está sometido a ciclos de intensa actividad seguido por otros de reposo. Según los expertos, ahora estaríamos saliendo de una de esas fases de tranquilidad. La erupción del Eyjafjalla mostraría el comienzo de una etapa agitada. ésta podría extenderse hasta 2030 o 2040.
La actividad volcánica de Islandia parece seguir una periodicidad de unos 50 a 80 años. El aumento de la actividad volcánica de los últimos 10 años sugiere que podríamos estar entrando en una fase más activa.
El motivo del agitado carácter de la isla hay que buscarlo en el fondo del mar. Si, al igual que las llaves (matarilerilerile). Islandia es la parte emergida de una meseta volcánica que se eleva 3000 metros de altura sobre el fondo oceánico y allí es donde se genera todo el movimiento que la ha hecho nacer.


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