miércoles, 16 de junio de 2010

La erupción minoica de Santorín (Parte I)

Hubo un tiempo en que el área del mediterráneo era el centro de las civilizaciones europea, egipcia y del Oriente próximo, y en aquel entonces se produjo una erupción cuya violencia no ha sido igualada en el recuerdo de los hombres, en ninguna parte del globo: la erupción de Santorín, de la Edad de Bronce, cuyo impacto en la historia y en la leyenda ha llegado a ser objeto de numerosas especulaciones. En los últimos años se ha planteado que esta erupción podría haber sido la causa, directa o indirectamente, no solo del diluvio de Deucalión, sino también de la súbita desaparición de la civilización minoica en Creta, el mito de las plagas de Egipto y del milagro de la separación de las aguas del mar Rojo, el mito de Atlántida, y otras muchas leyendas y mitos.
Antes de que podamos juzgas la validez de estas afirmaciones analizaremos con más detenimiento el volcán y las circunstancias en que se produjo su erupción en la Edad de Bronce.
El volcán Santorín comprende 5 islas: Thera, Therasia, Aspronisi, Palea Kameni y Nea Kameni. Santorín es un ejemplo excepcional de caldera formada en el fondo del mar y también es una región clásica para los vulcanólogos.
De la erupción de la Edad del Bronce se han reconocido tras capas de cenizas: la inferior tiene 3 metros en algunos sitios, la segunda de 5.70 a 9.90 metros de espesor y la superior de 9.90 a 30 metros. Se ha estimado que cubrió un área de alrededor de 199430 kilómetros cuadrados y que las nubes de gases, vapores y polvo deberían de haber cubierto un área mayor.
Gracias a diversos datos e investigaciones se puede suponer que la erupción comenzó en forma suave y se desarrolló hasta alcanzar su clímax. Este clímax fue muy rápido y muy violento. Los signos iniciales de actividad pudieron comenzar meses o posiblemente algunos años antes de la catástrofe final.
Las cenizas expulsadas por las cenizas del volcán llegaron hasta la parte este de creta, es decir, la ceniza fue impulsada tan fuertemente que fue capaz de recorrer noventa y seis kilómetros de distancia.
En cuanto a la caída de la caldera, los informes geológicos indican que lo más probable es que la caída de la caldera se produjera, o al menos comenzara, en el momento del clímax de la erupción o muy próximo a él. La caída de la caldera provocó un tsunami que tubo consecuencias serias sobre la costa norte de Creta y la del este del Peloponeso.
En lo que concierne a asociar terremotos con ésta erupción, solo podemos contestar un gran no. Los temblores generados con una erupción son temblores poco profundos y de un foco muy bajo por lo que es improbable que se percibiese siquiera en la isla de Creta.
Además de esto, la erupción tubo muchas más consecuencias como un oscurecimiento del cielo de intensidad variable, lluvia de cenizas, tremendas olas de temblores o fuertes estampidos después de cada explosión, espectaculares descargas eléctricas en las nubes de ceniza, un notable descenso de las temperaturas,…


SAntorín y sus islas. Y en el centro, la marca de la gran caída de su caldera

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